"el hecho de agregar una nueva vialidad a una red de transporte puede no mejorar la operación del sistema, en el sentido de la reducción del tiempo total de viaje en el sistema".
Se explica mejor con este ejemplo entre dos ciudades inventadas y después analiza la experiencia en Seúl.
El autor del blog es Rodrigo Diaz, chileno.
Manuel Cienfuegos Delgado
Me parece muy interesante la curiosidad, ya que choca totalmente con lo que ocurre en la realidad y nos hace plantearnos si realmente es necesario crear infraestructuras tan desproporcionadas.
ResponderEliminarConozco algún ejemplo de división del tráfico en dos al crear una autovía (en un pueblo de la provincia de León) y es cierto que en algunas ocasiones, resulta más rápido llegar a algún determinado punto por las vías antiguas que por la nueva autovía, debido a que es necesario tener que acceder al enlace de la misma, el cual no se encuentra precisamente cerca.
La conclusión es que siempre hay varias posibilidades y cuál es la mejor depende de qué, cómo y de cuando queramos llegar a nuestro destino.
Sarai Díaz
Interesante artículo y con un gran trasfondo.
ResponderEliminarLa verdad que el cambio que se dio en Seúl fue asombroso y se ve como una gran infraestructura no siempre es buena. Además, en las imágenes se ve como la gente pasea por los jardines generados.
Esto me lleva a la conclusión de que si se generan zonas verdes accesibles y bien diseñadas la gente saldrá a la calle a usarlas, pero sino las hay difícilmente puedan.
Alejandro Calatayud Rodríguez
No conocía la paradoja, pero cualquiera que viva en una gran ciudad la puede verificar a nada que observe. El caso de Seúl si lo conocía, y es impresionante. No es un caso único, muchas ciudades del mundo han desmantelado autopistas urbanas congestionadas para recuperar espacios para los ciudadanos. No sé de ningún caso en el que se hayan arrepentido
ResponderEliminarCoronado