domingo, 22 de abril de 2012

Algunas reflexiones sobre el AVE y su 20 aniversario...

El AVE, la Exposición Universal de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona, la firma del Tratado de la Unión Europea... 1992 resultó ser un punto de inflexión en la historia de España. 1992 fue un gran año para España. Aquellos años de inicios de los 90 fueron buenos años, momento de auge económico y social. Habíamos dejado atrás la década de los 80, aquella "gran década" de los 80 en cuanto a revolución cultural y avance social se refiere, y estábamos en mitad de un periodo de crecimiento económico.

A decir verdad, quizá el proyecto de una línea ferroviaria de ancho europeo, de alta velocidad y de elevadas prestaciones no era ninguna casualidad en los años en los que se gestó, se construyó y se puso en funcionamiento. Ya a inicios de los 80 se retomó aquella antigua idea de resolver el 'bottleneck' que suponía el paso ferroviario (y viario) de Despeñaperros. Había que encontrar una solución, si bien aquellos años hasta mediados de los 80 fueron de cierta dificultad (crisis) económica. Y sin embargo, la idea de crear un Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía (NAFA), para conectar mejor a ésta con el resto de la península Ibérica (y más allá), continuó sus andanzas de planificación. Ya pasada la mitad de los 80 comienzan las obras de apertura del nuevo acceso usando el recorrido de la antigua línea Ciudad Real-Madrid. Y se hace justo en ese momento de crecimiento económico, que volverá a decaer hacia mediados de los 90, justo después de su inauguración.

Aparte del proyecto en general, uno de los hitos más importantes fue la decisión en 1988 de que ese acceso fuese en ancho europeo, con la visión de ir creando poco a poco una nueva red ferroviaria y, sobre todo, una línea (la que comenzaba a construirse) que nos conectase "de forma definitiva" a Europa, una línea de más de 1.000 km desde Sevilla y Málaga hasta Barcelona y Figueras para continuar después por el resto del continente europeo. Ese es en realidad uno de los objetivos más importantes perseguidos al realizar este proyecto 'faraónico'.

Pues bien, 20 años han pasado ya desde aquel 21 de abril de 1992 en el que, al igual que hoy, la atención no estaba puesta hacia el AVE. Quizás la gente sólo piense en 'gasto inútil' cuando oiga hablar de AVE. Quizás aquel 21 de abril de 1992 la atención estaba puesta más en la Expo 92, en los preparativos de los primeros y únicos (hasta el momento) Juegos Olímpicos de la península o en la creación de lo que hoy conocemos por Unión Europea. Lo cierto es que el AVE, como dicen en este reportaje de aquellos días, "es una nueva vía de comunicación que cambiará los hábitos de vida de muchos ciudadanos. El AVE ha dejado de ser un ambicioso proyecto para convertirse en una realidad tan cierta como que nunca antes ningún vehículo había surcado tan veloz la tierra de Don Quijote."

Y es cierto, como también decía la profesora Ana Rivas en su intervención del jueves 19 de abril en el Aula Cultural Abierta de la UCLM, el AVE es un nuevo medio de transporte que ha cambiado los hábitos de vida de muchos ciudadanos. Podemos encontrar muchos ejemplos de ello, como los commuters que van y vienen diariamente desde la capital ciudadrealeña, culiparda o calatraveña (que NO manchega, como muchos erróneamente dicen, pues La Mancha está un poquito más al noreste...) hacia Madrid (alrededor de unos mil en el caso Ciudad Real-Madrid, y la mitad en el sentido contrario). Otros ejemplos los encontramos en esta noticia de la1 (en el minuto 9:00) de una de las tantas parejas que van y vienen de Toledo a Madrid, o en los profesionales y profesores que vienen todos los días de Madrid a la UCLM y al Hospital en Ciudad Real...

Lo que también es cierto es que no debemos/podemos pensar ya en Ciudad Real sin Madrid, en Córdoba sin Sevilla, en Lérida sin Barcelona, en Zaragoza sin ésta ni sin Madrid, y deberemos comenzar a pensar en Cuenca con Albacete y, sobre todo con Valencia, o en Calatayud con Zaragoza. Todas relativamente cerca, unas más que otras, pero en cierta manera "independientes" hasta que se han unido con el AVE. Tendremos que tener en mente esa ciudad región que explica los fuertes ligazones que se están comenzando a crear o a potenciar entre Madrid, Guadalajara, Toledo y Segovia, o entre Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona (en un futuro próximo). Otros ya existen y esperan su refuerzo con el futuro AVE: Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona, Barcelona y Gerona: el Corredor Mediterráneo que unirá la ciudad región de levante; y de la misma forma podríamos pensar en Lisboa, Leiria, Coimbra, Aveiro, Oporto, Braga, Valença, Vigo, Pontevedra, Santiago, A Coruña: el Eje Atlántico.

Por otra parte, no todo son ventajas y 'cosas bonitas'. El AVE puede ser una magnífica noticia para cualquier ciudad, pero lo que sí tenemos claro a lo largo de estos 10 años de investigación en la Escuela de Caminos de la UCLM es que sin planificación por parte de la ciudad para acoger el servicio no ocurre nada. "El AVE mueve lo que ya se mueve", dicen los estudiosos. Sin embargo, las ciudades esperan el AVE "como agua de mayo" y "viéndolas venir". A pesar de que ya tenemos 20 años de experiencia con el AVE (pocos según los mismos estudiosos...), no terminamos de aprender o de proyectar lo que se debe hacer y no hacer en una ciudad cuando va a llegar el AVE.

Muchos errores se han cometido en estos 20 años por la falta de planificación y por no escuchar a los que de verdad saben. Como ya se dijo en la anteriormente mencionada mesa redonda, Toledo sigue siendo una estación en fondo de saco y ha perdido las oportunidades (2 a falta de 1...) de conectarse a la línea del Sur y a la línea de Portugal, a pesar de cruzar muy cerca de su casco histórico (a 8 y 10 km, respectivamente); se sigue pensando en estaciones en mitad de la nada; se sigue pidiendo el soterramiento de las vias al paso de una ciudad!!! Entiendo que soterrar las vías, o "integrar" el AVE en la ciudad como dicen los que fomentan esta "solución", es algo importante y obligatorio para grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Córdoba, pero en otras más pequeñas no le encuentro sentido... Quizás sea mi visión, casi bucólica, del AVE entrando y saliendo de Ciudad Real, a su paso por el Campus Universitario, ver los trenes pasar (oír no porque casi no se oyen...) mientras se está en clase. Es casi un orgullo de modernidad para la ciudad y sus habitantes. No entiendo porqué en otros lugares quieren esconderlo. Quieren tenerlo pero no lo quieren ver...

Por otra parte, falta de planificación por parte de la ciudad para acoger el AVE. Algunas ciudades, como Zaragoza o Segovia, han sabido hacerlo en cierta manera, han sabido reorganizar "sus dominios". Otras, no daremos ejemplos, han visto llegar el AVE y lo ven pasar a diario, pero es lo único que han hecho por él. Se podría decir que casi ni saben que existe o que le dan importancia cero y no hacen nada por "aliarse" con él en busca del crecimiento y del desarrollo. Sólo lo usan para viajar y listo. Eso es lo que diferencia a una ciudad que quiere evolucionar y mejorar de la que no le interesa nada de esto y simplemente espera lo que le venga "de arriba" o busca "pelotazos" donde no los debe buscar y que a veces no vienen a cuento...

Todo esto no son más que algunas reflexiones personales sobre el AVE y su 20 aniversario, reflexiones acerca de un nuevo medio de transporte en un momento en el que nos preguntamos sobre su validez o su necesidad, a comienzos del siglo XXI, que se espera como el siglo de los adelantos, en el que, esta vez sí, el tren no espera...