Dentro de las actividades planteadas para la semana de la movilidad una de las más curiosas es la Cycle Chic. Todo empezó con un blog de Copenhague, http://www.copenhagencyclechic.com/ en el que se retrataba a ciclistas urbanos "a la moda". La idea es que para ir en bici no hace falta ir vestido de Contador (en mi época pondríamos Indurain), o ser un biciactivista greñudo y andrajoso (modelo perroflauta en el argot actual), sino que se puede ir vestido con ropa normal.Los curiosos principios del bicichic establecidos en Copenhague son:
- Elijo montar en bici de una forma elegante en cada una de las oportunidades que tenga
- Me acojo a la responsabilidad de contribuir visualmente a un paisaje urbano estéticamente más agradable.
- Soy consciente de que mi mera presencia en dicho paisaje urbano inspirará a otros sin que esto me etiquete como “activista pro-bicicleta”.
- Voy a montar con gracia, elegancia y dignidad.
- Elegiré una bicicleta que refleje mi personalidad y estilo.
- Sin embargo, consideraré mi bicicleta como un medio de transporte y un mero suplemento a mi propio estilo personal. Permitir que mi bicicleta me eclipse es inaceptable.
- Me esforzaré para garantizar que el valor total de la ropa siempre exceda a la de mi bicicleta.
- Personalizaré mi bici de acuerdo con normas de cultura de ciclismo urbano. Ideas como protector de cadena, pata de cabra, guardabarros, guardafaldas, luces, timbre, transportín, cesta, etc.
- Respetaré las leyes de tráfico.
- Me abstendré de usar cualquier tipo de ropa ciclista reconocida. La única excepción: el casco – esto está sujeto a libre elección personal.
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