Al hilo de las entradas de Javier y Francisco, introduzco una nueva entrada sobre un caso que el año pasado vimos de pasada en Transporte y Territorio.
Se trata de la ciudad de Curitiba.
Normalmente cuando se plantean las ciudades, surgen las viviendas, y después se tracen las líneas de autobús para adecuarlas al uso de los ciudadanos. Pero en este caso fue al revés, la ciudad fue rediseñada para el autobús.
En su caso el sistema de autobuses es denominado BRT (Bus Rapid Transit), y que actualmente está siendo copiado en otras ciudades del mundo.
Según los datos, Curitiba es una ciudad de 1,8 millones de habitantes, de los cuales más de 400.000 utilizan diariamente el bus. Para realizar estos cambios, fue necesario cambiar la fisonomía de la ciudad, los usos del suelo, mediante la aprobación del plan director de la ciudad.
Lo más característico es que la implantación de esta línea de autobuses hizo que las mayores concentraciones de población se encuentren a los lados de las líneas de BRT, al igual que las áreas comerciales y de trabajo.
También es importante mencionar que estos autobuses circulan por carriles exclusivos apartados del resto de tráfico de la ciudad, y aunque no en todos los casos a resultado fácil conseguirlo, el resultado es que los vehículos pueden circular más rápido que en una ciudad normal (reduciendo además el consumo de combustible).
Para el total funcionamiento de esta red, la ciudad cuenta con numerosos autobuses de diferentes tamaños, adaptados a las zonas en las que van a circular.
Es muy interesante mencionar como funcionan sus accesos: Cuentan con sistema de billetaje automático, y además están al nivel de los autobuses, con total accesibilidad para minusválidos (todos sabemos lo complicado que puede resultar a un minusválido la subida de los peldaños que tiene un autobús), por lo que se podría pasar directamente con una silla de ruedas, por ejemplo, sin notar un cambio de nivel al subir al autobús, ya que se realiza previamente en el acceso.
Los autobuses están controlados online, por lo que se puede obtener información al instante de cual es la situación de cada uno de los vehículos de las diferentes líneas.
Por último, y como resumen, queda mencionar la reducción de contaminación que tendríamos en las ciudades si nos adaptaramos a soluciones como esta, aunque también está claro que no todas las ciudades puede que necesiten este tipo de soluciones tanto para la congestión de tráfico, como para la contaminación generada.
Espero que la entrada sea de utilidad, a lo mejor no directamente, pero sí indirectamente a la hora de pensar en el planteamiento de la ciudad.
Un Saludo:
Manuel José Palacios Mira
El unico problema de eso esque solo puede pasar por grandes avenidas. Es dificil adaptar la ciudad, en Curitiba se planifico asi.
ResponderEliminarEstos autobuses solo se mueven por la zona de negocios, cnetros comerciales... no por las viviendas, ya que no saldria tan rentable.
En curitiva toda la actividad se concentra en estas grandes avenidas, no son mas de dos. En mi opinión, aplicarl a Toledo es mas complicado.
Juan Pedro Rubio
En todo caso está claro que es difícil extrapolar un modelo de este calibre en una ciudad tan peculiar como Toledo.
ResponderEliminarEn todo caso creo que el post puede servir como reflexión para que tengamos en cuenta de que las zonas que estén alejadas de lo que es el núcleo de la ciudad son mas propensas a conseguir que la gente itilice el coche para todo. Y que si se realiza un buen trabajo de comunicación de las zonas, se puede lograr que la gente utilice más el transporte público.
De todas formas Juan Pedro estoy de acuerdo contigo de que es difícil llevar este ejemplo a Toledo
Se me ha olvidado firmar, soy Manuel José Palacios
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