Adjunto el vínculo a un artículo de Manuel Herce Vallejo, publicado en 2009 en el número 88 de Ingeniería y Territorio, que se dedicó al 150 aniversario del Ensanche de Cerdá.
Es un magnífico trabajo para entender la labor del ingeniero de caminos en la construcción de la ciudad del siglo XIX y, por ende, para comprender cabalmente los problemas que el cambio productivo y social derivado de las revoluciones planteó a la ciudad tradicional.
Las ideas centrales (preocupación por las cuestiones vinculadas a la salud pública, relevancia otorgada a los transportes y a la dotación de instalaciones y equipamientos...) se apoyan de manera muy adecuada en datos y explicaciones relativos al contexto tecnológico de la época.
Aunque puede resultar más discutible, es también sugerente el último capítulo, que esboza el problema de la transición del "urbanismo de los ingenieros" al "urbanismo de los arquitectos" en las décadas del cambio de siglo.
Javier
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